Homenaje al antropólogo Claude-Lévi Strauss

Claude Lévi-Strauss murió. Hemos vivido un "triste martes", día en el que el fallecimiento del etnólogo francés de 100 años de edad se hizo público, en eco a su obra más célebre "Tristes Tópicos"...
Leí este libro en agosto pasado, cuando -como cada año- París se encuentra espectacularmente vacía puesto que los parisinos se van de vacaciones. La calma de la ciudad hizo más fácil mi evasión en las descripciones que Lévi-Strauss hacía de los pueblos amazónicos en su libro.
El libro que empieza por esta célebre frase “odio los viajeros y los exploradores”, advierte desde el principio al lector que Tristes Trópicos es mucho más que un diario de ruta. Combina el rigor de la descripción científica de la organización social de los Nambikwara o los Bororos (pueblos de la Amazonia brasileña), con la poesía y la humanidad de tono de sus impresiones personales. Lévi-Strauss estaba fascinado por la diversidad de las culturas humanas. Su pensamiento era vanguardista en su época (fue a la selva en 1938 y escribió su libro en 1955) porque mostraba que : “ ‘El pensamiento salvaje’, que muchos calificaban de primitiva porque en ella habrían dominado las emociones, no es menos lógica que la del hombre ‘civilizado’”, explica el diario francés Libération, en una edición especial sobre el antropólogo.
Sin duda, Lévi-Strauss, en su afán de identificar los rasgos permanentes de la especie humana en todas las culturas, aún las más lejanas al sociedad capitalista (ver Estructuras elementales del parentesco), cambió nuestra manera de apreciar al otro.
La idea que la humanidad es una (no existen razas entre los humanos) y diversa a la vez (Lévi-Strauss subrayó la necesidad de una cierta dosis de alejamiento para que se conserven las culturas), es un aporte eterno y todavía presente de Claude Lévi-Strauss.
Recordemos para siempre la curiosidad intelectual y la apertura de espíritu del antropólogo francés, alejada de los fanatismos y de la estandarización de las culturas.

Foto: Habitante de la selva amazónica, pueblo Boras, Perú, encargado de recibir a los turistas occidentales durante ceremonias folclóricas. Gracias a Nicolás Obrist.
Vease también la serie de entrevistas grabadas en los años 1970.